lunes, 28 de diciembre de 2015

Quiero describirte, describirte de forma que cuando leas esto  no sepas del todo bien si eres tú; pero de manera que te des cuenta dentro de ti que eres tú esa persona a la cual describo.

Empecemos por tu físico, esos ojos marrones que tú dices que son tan normales pero que me ponen nerviosa si los fijas en los míos, esos ojos que transmten paz, ternura, equilibrio. No, no estoy exagerando, es así.Te miro y me pongo nerviosa a la vez me quedo embobada como si el mañana no existiera, como si en esa calle en pleno Diciembre, a cuatro grados no hubiera nadie, como si el frío fuera parte de un cuento, como si solo estuviéramos tú y yo; y ojalá fuera así. Y te vuelvo a mirar y los problemas no existen ¿qué importa si en tres días tengo un examen importante? ¿qué importa si llego a casa 5 o 30 minutos tarde? ¿qué importa todo si en ese momento solo existimos tú y yo?
Desgraciadamente esa conexión no es eterna y nuestras miradas se separan, y lo hacen poco a poco, sin prisa, pero es ahí cuando me abrazas, sueltas tu cálido aliento en mi cuello que o recibe como una agradable caricia, y cuando yo deslizo mis manos por debajo de tu camiseta y noto tu espalda cálida a cuatro grados en la calle, mi estufita, como tú te defines a veces.

Podría tirarme horas y horas hablando de tus ojos, de tu boca, de tus brazos y de tus abrazos; podría pasar las horas hablando de esas pequeñas orejas tuyas con las cuales me meto tanto, pero quiero hablar también de ti, de esa personalidad que cada día me deja sin palabras.

De esa necesidad tuya de verme, de sentirme cerca (la misma que yo tengo de tu, pero que no me gusta reconocer),  esa obsesión con acompañarme a mi casa todos los días y de no dejar que me vaya sola.
Porque eres el primero que con amigos y a solas eres el mismo, que te da igual quien esté delante, que si te apetece vienes y me das un beso sin importarte nada.

La verdad esque me estoy quedando sin cosas que decir, miento, más bien es al contrario, eres ese tipo de persona que no se puede describir en tan pocas palabras, a ti debería de dedicarte un mundo entero, quiero decir un libro, que también; así que solo me queda decirte que te quiero, que te adoro, que no se que hacer sin ti; darte las gracias por darmepor primera vez en mis 17 años de vida un amor sano, sin prejuicios, sin ataduras sin mentiras, de verdad, gracias.

Posdata: Te quiero.

No hay comentarios:

Publicar un comentario