Que loca dirán que estoy.
Y tienen razón.
Que loca estoy por ti.

Un poco de odio en el amor,
un poco de tristeza en la alegría;
un poco de día en la noche,
un poco de blanco en lo negro.
Un poco de mi en ti.

Mi amor.
Esas letras que configuran tu nombre.
Esos rasgos que conforman tu ser.
Y todo lo adoro.
Te quiero a ti.

Quererte como nunca.
Quererte como siempre.
Te quiero.
Te quiero como hay que querer. Te quiero bien.
Incluso en la distancia te quiero,
incluso en la cercanía.
Porque cuando más cerca te tengo más te quiero.
Y cuanto más lejos te tengo más te añoro.

Te quiero.

No te confundas, no te necesito y espero nunca poder hacerlo. Pero te elijo a ti cada día y tú me eliges como si yo fuera lo mejor que te podía pasar.
No eres un amor como los de antes. No intentas atarme, me dejas volar.
Te gusta que vuele.
Te gusta que alcance mis metas y que luego vuelva a ti para celebrarlo.
No me condicionas.
Te gusto yo, así. Al natural.
Eres algo nuevo, algo que apareció como un soplo de aire nuevo.
Eres ese alguien que me cambió la vida.
Eres mi persona preferida.
Te quiero. Así. Sin más.
Sin ningún pero.
Sin ningún por qué.

Intento continuamente ocultar lo que siento. ¿Por qué? No sabría dar una respuesta exacta, tal vez sea porque me considero muy joven como para aferrarme a algo que tarde o temprano acabará desapareciendo. Tal vez sea porque considero que he sufrido lo suficiente como para tomarme un tiempo yo sola, sin nadie que revolucione mis hormonas, pero de esta forma lo único que consigo es engañarme a mi misma, yeso es un  error demasiado grave como para pasarlo por alto. Intento engañar a los demás, y lo logro, aunque en el camino me encuentro a mi peor rival, mi mente. Esa que intenta aparcar mis problemas y hacer de todos los problemas la mínima aprte, pero ya no puedo más. Creo que ya es hora de que sea yo misma la que tome las riendas de mi vida, me suelte un poco la melena y deje de pensar tanto sobre si lo que hago esta bien o esta mal. Tan solo dejarme llevar por mis instintos, aunque mi parte racional, por supuesto siga tomando cartas en el asunto.

Empiezo una época en mi vida que espero sea bonita, porque importante ya lo es, desde luego. Empiezo la universidad. Empiezo la carrera de Derecho. Empiezo una época que pensaba que nunca llegaría, y aquí estoy, a días de comenzar la universisad , de cambiar de aires, de dejar atrás esos malos rollos que tenía anteriormente, espero hacer de esta época una de las mejores, y creo que ocultando mis emociones no podré conseguir que sea así. Es momento de convertirse en la verdadera persona que soy, llegó el momento de ser natural, de ser yo misma, de presentarme a gente y que sepan de primeras que soy una chica que vale la pena conocer y entablar una amistad, y ¿por qué no? Una chica de la que vale la pena enamorarse.

Masoquista.

Tengo un amigo en mi clase que me dice mucho que todas las tías somos masoquistas, que tenemos a alguien al lado que nos quiere, nos cuida, nos mima y nos trata como reinas y lo despreciamos; por otro lado tenemos a otro tipo de chico que nos desprecia a nosotras y se nos caen las babas por él aunque no nos trate ni una décima parte mejor de lo que lo hace el otro. Yo siempre le digo que no, que eso no es así, y lamentablemente  en mi caso está siendo así.

Tengo dos chicos que se corresponden claramente con los modelos descritos anteriormente, uno de ellos me trata como si fuera su vida, como si su vida consistiera en cuidarme y en hacerme feliz; y la verdad es que hoy, con su forma de mirarme a los ojos me lo ha dicho todo, pero yo, sincera y lamentablemente como ya he dicho antes no he sentido nada,el corazón no me va a mil cada vez que lo veo ni lo echo de menos cuando no está,y tampoco tengo ganas de darle un beso cuando estoy con él. El otro en cambio me ha hecho sentir la mierda peor tratada de la historia, con él lloraba día sí y día también, y ni de casualidad tiene los detalles tan bonitos que el otro tiene conmigo, en cambio con este chico siento de todo cada vez que lo veo o que hablo con él, de hecho cada vez que me suena el móvil deseo con toda mi alma que sea suyo, es pensar en él o verlo o lo que sea y el corazón se sale del pecho.

Estoy confusa, y supongo que habrá gente como yo que esté así, pero ahora mismo me siento una incomprendida, porque esto lo he hablado con un par de amigos si acaso y ambos coinciden en que aguante con este chico, el que me trata divinamente, pero en el fondo no quiero oír eso, estoy deseando de contárselo a alguien y que me diga que corra hacia él que no me voy a arrepentir, sé que suena egoísta pero ¿qué le hago? No puedo eliminar mis verdaderos sentimientos, pero tampoco puedo crear otros de la nada. Esto supongo que es algo por lo cual todo el mundo lo atraviesa, y es normal, y me gustaría saber como hacerlo sinceramente, es decidir a quien debo de hacerle caso si a mi cabeza o a mi corazón, porque claro yo sé perfectamente cual es la mejor elección para mi, tonta o soy, pero no puedo evitar anhelar la otra y es aquí cuando sentimientos y racionalidad chocan. ¿Qué hacer? ¿Corazón o cabeza? ¿Sentimiento o racionalidad?  Eso sí, una vez que lo determine sé que no voy a dar marcha atrás, no sería justo para ninguno de nosotros tres-

Así que tengo que reconocerlo, soy una masoquista que necesita desesperadamente consejo.