martes, 31 de diciembre de 2013

¿Qué sabremos del amor?

El amor, ese tema tan precioso para unos y tan jodido para otros... Pero ¿qué sabemos nosotros realmente del amor? Nos estamos creando una fantasía que no sale de que esté pendiente el uno por el otro todo el día, de que te mande un 'buenos días' y un 'buenas noches' diario, de no separarte de esa persona nunca, de enfadarte si tarda en contestarte, de que a cada momento te diga que te quiere. Pues no, eso no es el amor, el amor es ser capaz de respetar a esa persona, de entender que tiene más vida a parte de ti, que no tienes que ser el centro de su mundo, aunque suene bonito decirlo, es de dejar que los 'te quiero' surjan cuando de verdad se sienten y no verse obligado a informar a la otra persona de cada movimiento que das. Nos estamos metiendo en la cabeza que los celos son buenos, ¿desde cuando tener celos es algo bonito? No, es algo controlador y que indica que no te fías de esa persona y que estás súper inseguro de ti mismo. ¿Qué sabremos nosotros del amor?

En eso se basa la vida.

Hay momentos en los que te paras a pensar en todo: en todo por lo que has pasado, tanto lo bueno como lo malo, en los porqués de todas las cosas que has vivido; y te das cuenta de que a pesar de ser joven, de tener 14, 15, 16 o 17 años has sufrido, has reído, llorado, te has enfadado por millones de motivos distinto; y muchas veces por el mismo, lo suficiente como para poder escribir un libro entero. La de cosas por las que puede pasar una persona como tú, como yo, o como el que tienes al lado. Y todas estas cosas sean buenas o malas te han servido de algo, son experiencias; te enseñan el verdadero significado de la palabra amor, amistad, familia... Te enseña tantas cosas que son difíciles de asimilar y de aprender, a veces es tan difícil darte cuenta de las cosas que te hace falta tropezar con la misma piedra una y mil veces hasta que por fin te das cuenta y aprendes. La vida se basa en eso, en aprender. Y no te preocupes si vuelves a caer en el mismo error varias veces, siempre habrá un mañana, una nueva oportunidad de cerrar la puerta a aquello que te hizo daño, y de saltar esa piedra y dejarla atrás de una vez por todas.

lunes, 16 de diciembre de 2013

Tú decidiste irte.

Todos los días, una y otra vez me pongo a pensar en nuestra historia; en todo lo que vivimos y lo que sentimos... tampoco nos dio tiempo a vivir muchas cosas, pero sentir... Sentimos como nunca. Nos querías a morir y moríamos por querernos. Pero todo fue rápido, demasiado rápido quizás, o tal vez solo fue una excusa para justificarnos; quizás se nos gastó el amor, o tal vez nunca sentimos nada real el uno por el otro. Tonterías. Te quise como no he querido a nadie nunca, te esperé el tiempo que hizo falta con tal de tenerte en algún momento a mi lado. Y como ya he dicho, te quise. Hace poco dudaba de todo lo que sentía en ese momento, y se me ocurrió dejarlo todo por ti (otra vez). No. Las cosas han cambiado mientras tú me dejaste y te olvidaste de todo, de lo que fuimos, de lo que sentimos... Tú tomaste esa decisión de irte cuando te dio la gana y de volver cuando te diste cuenta de que nadie te va a querer como yo lo hice.
Ahora soy yo la que se va; y te aseguro que no voy a volver.

jueves, 5 de diciembre de 2013

Vuelvo a desahogarme.

Y de nuevo, una vez más, vuelvo a estar rota por un tío, ¿esque no voy a poder ser feliz nunca? Estoy cansada de estar bien tres días y mal un mes, estoy ya muy cansada. No puedo más. Esto del amor es una mierda. Pero, joder, que es increíble que en 10 días esté sintiendo cosas tan fuertes, que no, que no; pero cuanto más intento pensar que no, más fuerte me dice el corazón que si, que me he enamorado, que me he enamorado de la persona incorrecta. Y mira que me prometí a mi misma no volver a enamorarme, no volver a confiar en un tío. No puedo, simplemente no puedo, no estoy preparada para seguir sufriendo.

miércoles, 4 de diciembre de 2013

¿Cuándo?

¿Cuándo dejaste de formar parte de mi vida para convertirte en un solo recuerdo?

De dos.

Creo que simplemente fui una más en la lista de tus muchos juguetes, pero este juego tambien es de dos ¿sabes?

Yo sola no podía.

Nos aseguraron que sería difícil, que tendríamos que esforzarnos mucho, y así fue, lo tuvimos que dar todo; pero tú te cansaste de luchar y yo sola no podía con todo esto; decidimos poner punto y final a la que hasta ahora ha sido la mejor historia de mi vida.

Debimos tanto.

Nosotros debimos estar juntos. Permanecer juntos. Yo debí buscarte menos, provocarte más. Tú debiste quedarte. Debimos quedarnos juntos, viajar por el mundo en mi cama, deshacer las almohadas, soñar, volar, quedarnos. Debí verte más los dientes, hacerte reír, tomarte de la mano y nunca dejarte ir. Debí no haberte querido tanto, no hacerte sentir necesario así tal vez te hubieras quedado. Debí conocerte más antes de enamorarme, debí enamorarte más antes de quererte tanto. Debí, debiste y debimos tanto.

No te equivoques conmigo, yo también se irme y no regresar.

Tenía que desahogarme.

Hace tiempo que no me sentía así, que no pensaba en el amor. Hace tiempo que conseguí olvidar a la persona que más he querido en mi vida, la persona que me hizo perder la cabeza; pero eso ya era y es agua pasada. Y, cuando por fin consigo olvidarme de él, cuando de nuevo vuelvo a ser libre vuelvo a engancharme a alguien. No dejo de pensar en él las 24 horas del día, y ha sido la única persona que ha conseguido que me trague mi orgullo por un tío. Y, parecerá increíble, pero de esto hace tan solo 9 días que hablo a fondo con él, pero og, no puedo, no puedo; y aquí estoy, con las lágrimas saltadas, como hacía ya tiempo que no estaba, pero, joder, ¿por qué? ¿por qué me tiene que pasar a mi esto?
Lo que tengo muy claro esque voy a luchar por él como no lo e echo por nadie, porque a medida que voy escribiendo esto me van viniendo las fuerzas; pero tal y como vienen, se van. Pero voy a luchar por él como no he luchado por nadie, porque en tan solo una semana me ha hecho sentir cosas que ya estaban olvidadas; y sobre todo por que le quiero muchísimo, pero todo a su tiempo. Joder,nada de lo que estoy escribiendo tiene sentido, pero bueno, el amor tampoco lo tiene ¿no?

¿Y nos quejamos de nuestros padres?

Somos la generación de las drogas más extravagantes, la de los botellones. La generación que promete para no cumplir y la que siente sólo por ir a la moda. Echamos de menos cuando nos conviene y esperamos que nos valoren cuando solo críticas salen de nuestras bocas. Somos adolescentes que utilizan la excusa del pavo para justificar nuestro retraso. Nos quejamos de lo que tenemos porque no sería normal no tenerlo, sin saber que otros sobreviven incluso con menos. Somos jóvenes, pero queremos ir deprisa, vamos de maduros y no llegamos ni a niños. Ligamos con cuatro mentiras, y un par de tacones. Fumamos para imponer, sin saber como hacerlo con palabras, pero ojo, tenemos una personalidad propia cojonuda. Sonreímos, y a las espaldas ponemos a parir. ¿Y nos quejamos de que no entendemos a nuestros padres?

Quien más pierdes eres tú.

Pero de nosotros dos, tú pierdes más que yo: porque yo podré amar a otros como te amé a ti, pero a ti nadie te amará como te amaba yo.

Nunca amé a nadie.

Nunca amé a nadie en la vida y tampoco pensé que amar haría tanto daño. Como una tonta más pensé que lo nuestro sería para siempre pero como todo, tiene final. Te echo mucho de menos pero sé que ya no eres mío por mucho que quiera, que yo ya no soy la que te hace feliz, no  significo tanto y a lo mejor hasta nada. Pero quiero decirte antes de asumir todo esto, que me has hecho la niña más feliz del mundo cuando he estado contigo. Gracias por todo y te deseo de corazón que seas muy feliz con ella y que te de todo lo que yo no pude darte. Te quiero.

Yo decido como me visto y con quien me desvisto.

¿Ahora?

¿Ahora vienes a decirme que siempre me has querido?, ahora que soy feliz con otra persona, ahora que casi te había olvidado...¿Por qué quieres que sea yo la que siempre sufre? Lo siento, ahora soy yo la que te dice a ti que no.