martes, 31 de diciembre de 2013

En eso se basa la vida.

Hay momentos en los que te paras a pensar en todo: en todo por lo que has pasado, tanto lo bueno como lo malo, en los porqués de todas las cosas que has vivido; y te das cuenta de que a pesar de ser joven, de tener 14, 15, 16 o 17 años has sufrido, has reído, llorado, te has enfadado por millones de motivos distinto; y muchas veces por el mismo, lo suficiente como para poder escribir un libro entero. La de cosas por las que puede pasar una persona como tú, como yo, o como el que tienes al lado. Y todas estas cosas sean buenas o malas te han servido de algo, son experiencias; te enseñan el verdadero significado de la palabra amor, amistad, familia... Te enseña tantas cosas que son difíciles de asimilar y de aprender, a veces es tan difícil darte cuenta de las cosas que te hace falta tropezar con la misma piedra una y mil veces hasta que por fin te das cuenta y aprendes. La vida se basa en eso, en aprender. Y no te preocupes si vuelves a caer en el mismo error varias veces, siempre habrá un mañana, una nueva oportunidad de cerrar la puerta a aquello que te hizo daño, y de saltar esa piedra y dejarla atrás de una vez por todas.

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