Valorar

Como pasa el tiempo, eh. Pasa prácticamente sin que nos demos cuenta, van pasando los días rápidamente y nosotros de lo único de lo que nos ocupamos es de quejarnos; quejarnos de que la persona de la que creemos estar enamorada no nos corresponde, de la calor que hace, de que no echan en la tele el programa que nos gusta. Pero no valoramos las cosas que de verdad importan, como que tu madre te espere cada día después del instituto para comer o ese beso que te da tu hermano cuando consigues alcanzar aquello que para él parecía imposible. No valoramos las pequeñas cosas, y por ello cada vez que miramos atrás lo único que hemos dejado han sido un montón de quejas infundadas.

Pequeños

Hoy es uno de esos días en los que fijas la vista en el pasado y te das cuenta de lo fáciles que era todo antes: cuando te enfadabas con tu amigo y el enfado se os pasaba a cambio de una chuchería o simplemente por el paso de la noche, cuando tu madre no te dejaba ver la tele todo el tiempo que querías y te enfadabas con ella, prometiéndote a ti mismo que cuando estés en tu casa lo único que harás será ver la tele; todo era muy sencillo, salías a la calle y lo único que os hacía falta para entretenernos era una pelota o a veces ni eso, con una lata que nos encontrábamos por la calle nos servía.
Y ahora, ahora todo es una puta mierda. no nos quedan amigos verdaaderos, porque tarde o temprano te acaban traicionando. Es así, los enfados pueden alargarse hasta varios meses... La vida era más fácil siendo pequeños.